En un contexto de deterioro de la seguridad en algunos países latinoamericanos, como Ecuador, que registró 8.000 muertes violentas en 2023 y un aumento de los secuestros, crece el interés corporativo en toda la región por el seguro de secuestro y rescate (K&R), ya que las empresas buscan reforzar su deber de cuidado hacia los empleados.
“Estamos empezando a ver más corporaciones latinoamericanas contratar K&R, en muchos casos por primera vez”, afirma Elman Myers, consultor senior en la división de Gestión de Crisis del London Market de Hiscox. “Esta tendencia parece estar vinculada a la profesionalización de la función de seguridad dentro de las organizaciones, lo que demuestra cómo algunas empresas están llevando sus operaciones de gestión de riesgos a un nivel más sofisticado para abordar los riesgos de seguridad crecientes. Incorporar el seguro K&R en la estrategia de gestión de riesgos es un paso importante en ese proceso.”
Peligros reales y presentes
Ser víctima de delitos como secuestros, pagos de rescate, extorsiones y amenazas son incidentes que ninguna empresa espera ni desea experimentar. Sin embargo, para las organizaciones que operan en zonas de alto riesgo, como América Latina, estas situaciones son una amenaza real, especialmente a medida que las empresas se expanden.
“Muchas compañías en América Latina comienzan como negocios familiares”, explica Myers, “pero con el crecimiento y el éxito llegan más empleados, operaciones más grandes y, como consecuencia, más riesgos de seguridad.”
La marca se vuelve más conocida, añade Myers, al igual que los fundadores y líderes, quienes pueden ganar notoriedad. Esa exposición genera un mayor riesgo personal para ellos y sus familias, así como para empleados y otros grupos de interés como inversores, socios y clientes.
“Este perfil cambiante significa que tanto la mitigación del riesgo como la transferencia del riesgo (seguro) se vuelven cada vez más relevantes. Ya no es apropiado asumir estos riesgos de seguridad como parte del costo de hacer negocios en algunas regiones”, señala Myers.
Profesionalización de la gestión de riesgos
La profesionalización comienza con más medidas de seguridad para los propietarios, tanto en el trabajo como en el hogar. Pero las preocupaciones también se extienden a la seguridad de los empleados, considerando los lugares donde viajan por trabajo y la ubicación de oficinas y fábricas.
“¿Trabajar para la organización lleva a los empleados a lugares de alto riesgo donde su seguridad podría estar amenazada?” pregunta Myers. “Si es así, esas empresas deben ofrecer orientación y capacitación en seguridad para todos los empleados que viajen y, si algo sale mal, contar con los recursos necesarios para manejar cualquier incidente de manera segura.”
Nuevas estrategias de gestión de riesgos
A medida que una empresa crece en tamaño y sofisticación, es probable que necesite nuevas estrategias.
“En cierto punto, riesgos como extorsión contra la empresa, amenazas contra la dirección, una crisis de rehenes, un tiroteo activo o el secuestro de un ejecutivo o familiar deben considerarse”, dice Myers.
“¿Cómo respondería la organización? ¿Se puede confiar en los recursos locales para investigar y actuar adecuadamente? ¿Tienen la experiencia y capacitación para manejar estas situaciones?”
Responder a estas incertidumbres es la razón por la que el seguro K&R es una herramienta tan valiosa.
“Diseñado para responder a riesgos que amenazan la vida y generan pérdidas financieras, K&R ayuda a las empresas a trabajar con sus empleados para prevenir incidentes mediante capacitación en seguridad. Pero, si ocurre lo peor, permite desplegar consultores expertos en respuesta a crisis para brindar apoyo y asesoramiento, además de cubrir pérdidas financieras”, explica Myers.
En última instancia, concluye Myers, “es el alcance y la profundidad del apoyo ofrecido en una crisis lo que está impulsando el creciente enfoque en K&R como una evolución natural para las empresas en América Latina. Una compañía madura y bien gestionada analiza la inseguridad en todas sus formas y evalúa el riesgo que representa para su gente, sus operaciones y sus resultados. La tendencia que vemos en la gestión de riesgos relacionada con K&R refleja esto y es algo que probablemente veremos más en toda América Latina con el tiempo.”
