Presiones económicas y acontecimientos políticos influyen en el tipo de víctimas de secuestro durante el primer semestre de 2021

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Source: Control Risks, August 2021

 

Elman Myers - Senior Consultant, Hiscox Crisis Management

El equipo de Análisis de Riesgos Especiales de Control Risks ha identificado claramente las tendencias del secuestro en México en 2021.  El mensaje es claro:  Los secuestradores siguen enfocados en miembros de familias con recursos económicos y en empleados de empresas. El secuestro sigue siendo una herramienta cruelmente utilizada por el crimen organizado en el país.  Hiscox ofrece estrategias para manejar y mitigar los riesgos físicos y económicos a familias y empresas. 

Menores de edad dependientes: el grupo más afectado

Los registros de Control Risks muestran que la proporción de secuestros extorsivos que involucran a miembros de familia económicamente dependientes aumentó del 11% en el primer semestre de 2020 al 29% en los primeros seis meses de 2021, en los casos donde se obtuvo información acerca de la víctima. Los secuestradores en México se han enfocado tradicionalmente en los familiares dependientes económicamente, especialmente en los menores de edad, ya que perciben que sus padres están dispuestos a hacer pagos rápidos, y frecuentemente altos, por su liberación. Subrayando este punto, los casos que involucraron familiares dependientes en el primer semestre de 2021 fueron en su mayoría de corta duración, y el caso más prolongado duró ocho días.

La mayoría de los casos que involucraron familiares dependientes ocurrieron en zonas urbanas. De hecho, el 37% de estos casos ocurrieron en el área metropolitana de Ciudad de México, incluyendo en municipios del vecino Estado de México. El resto de los casos se distribuyeron por todo el país, incluyendo estados con alta actividad de secuestros como Michoacán, Tamaulipas y Veracruz. 

Nuestros registros indican que los secuestradores se enfocaron predominantemente en los familiares dependientes de familias de ingresos medios. Las clases medias se convierten en objetivos atractivos para los secuestradores, ya que éstas son capaces de pagar cantidades relativamente altas por liberación y al mismo tiempo carecen de medidas de seguridad y de tecnologías de protección que tienen las personas de altos ingresos, tales como seguridad privada o vehículos a prueba de balas, que pueden frustrar o disuadir un secuestro. Además, enfocarse sistemáticamente en las personas de altos ingresos daría lugar a respuestas más audaces por parte de las autoridades, ya que los incidentes recibirían una considerable atención de los medios de comunicación. A pesar de esto, los casos que involucran familiares dependientes de personas adineradas continuarán ocurriendo ocasionalmente, especialmente en la Ciudad de México y las áreas circundantes. 

Por ahora, la proporción de secuestros que involucran empleados disminuyó al 18% del total durante el primer semestre de 2021, en comparación con el 41% en el mismo período de 2020. Las tendencias previas a la pandemia mostraban que los empleados eran los principales blancos de los secuestradores en el país. Sin embargo, la pérdida de cientos de miles de empleos desde el inicio de la pandemia, agravada por cierres parciales de ciertas industrias en el país en el primer trimestre de 2021, resultó en una disminución de los secuestros de empleados durante el primer semestre. Sin embargo, es poco probable que esta tendencia se mantenga, sobre todo porque se prevé que la economía y el mercado laboral mejorarán gradualmente durante el resto del año.  

Secuestro de políticos

Los servidores públicos, incluyendo alcaldes y congresistas, constituyeron el 23% de todas las víctimas de secuestro durante el primer semestre de 2021, donde se obtuvo información sobre el tipo de empleo de la víctima. Esta proporción se compara con sólo el 7% de todos los casos para el mismo período en 2020. El aumento en el porcentaje de casos se atribuye a una mayor exposición y notoriedad en medio de las campañas políticas para las recientes elecciones de mitad del mandato en junio. Aunque la violencia política es una característica inherente del ambiente del país, especialmente en estados con presencia arraigada de grupos de la delincuencia organizada, tales como Chihuahua, Michoacán, Tabasco y Tamaulipas, también se sabe que los secuestradores con motivación financiera se enfocan en políticos y empleados gubernamentales en todo el país. Durante el primer semestre de 2021 registramos secuestros extorsivos que involucraron dichas víctimas en Chiapas, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Puebla y Sinaloa.

Los secuestradores de alta capacidad en estos estados no fueron disuadidos por el mayor riesgo asociado con el secuestro de políticos y empleados del gobierno, que frecuentemente provocan grandes movilizaciones policiales. Los secuestradores frecuentemente cooperan o son parte de los principales grupos criminales tales como Los Zetas, el Cartel del Golfo o el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), y han demostrado su intención y capacidad para atacar personajes del gobierno, incluyendo alcaldes, políticos de alto rango o candidatos políticos. Los casos que involucran estas víctimas involucran exigencias de pago por liberación rápidas y elevadas. Aunque la proporción de casos que involucran políticos y otros servidores públicos probablemente disminuirá durante el segundo semestre de 2021 a medida que reduzcan su exposición después de las elecciones de junio, los casos que involucran estas víctimas persistirán, especialmente en los lugares de alta actividad delictiva antes mencionados.

Adaptación a condiciones en constante cambio

Las tendencias registradas en México durante el primer semestre de 2021 sugieren que los secuestradores en el país se adaptan extremadamente rápido a cambios en los ambientes económicos y políticos, y son capaces de sacar provecho de éstos. Aunque las condiciones económicas han reducido el número de blancos atractivos tales como empleados, los delincuentes recurrieron cada vez más a los familiares dependientes económicamente para mantener el nivel de ingresos que esperan de este delito. De manera simultánea, los delincuentes se enfocaron en políticos y candidatos en medio de una fuerte exposición relacionada con las elecciones de mitad del mandato. Estos acontecimientos ponen en evidencia que explorar de manera anticipada el horizonte de riesgo económico y político es clave para determinar la dirección del ambiente de secuestros en el país. Durante el segundo semestre del año, podemos anticipar un aumento de casos dirigidos a los grupos tradicionales tales como los empleados y los propietarios de negocios, a medida que las condiciones y la actividad económica regresa lentamente a niveles previos a la pandemia.

This content has been provided by the Special Risks Analysis team at Control Risks. Visit the Control Risks website to find out more about our exclusive partnership.